Según recoge el diario chino 98 de 142 vehículos analizados como muestra para el estudio contenían al menos niveles tóxicos de uno de los cinco contaminantes contemplados: benceno, metilbenceno, dimetilbenceno, formaldehído y otros de los llamados compuestos orgánicos volátiles.
Estos compuestos, sustancias químicas orgánicas que contienen carbono, estaban presentes en cantidades por encima de los estándares de seguridad chinos de calidad del aire hasta en 90 de los 142 coches de la muestra, mientras 34 tenían también niveles peligrosos de formaldehído y 13 de dimetilbenceno.
La exposición humana a largo plazo a cualquiera de estas sustancias puede producir desde irritaciones y problemas de la piel hasta daños al sistema nervioso y órganos vitales, o provocar cáncer.
Su volatilidad aumenta con las altas temperaturas que se dan en Shanghái durante prácticamente la mitad del año, por lo que los expertos locales recomiendan que, durante el primer año desde la compra de un coche nuevo, se mantenga el vehículo muy bien ventilado, sobre todo durante los meses de calor.
EFE
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