Por ocupar el rol de primera dama en Venezuela, algunos medios venezolanos la comparan con Zulemita Menem en Argentina y con Keiko Fujimori en Perú. Y aunque poco tiene en común con sus referentes latinoamericanas, María Gabriela Chávez Colmenares sí comparte, como ellas, un entrañable vínculo con su padre, Hugo Chávez, a quien describe como “un hombre grande, más allá de todas las cosas”. Ese amor incondicional la catapultó a ocupar un lugar de privilegio en el poder y podría, en un futuro no tan lejano, consagrarla como la más fiel sucesora de su padre a la presidencia de Venezuela.
Así lo sugirió el viernes último el semanario oficialista Las Verdades de Miguel que, desde su editorial, sostuvo que el presidente “mira hacia su entorno más familiar y acaricia la idea de perpetuarse en la figura de su hija”. El medio chavista aseguró que la movida del mandatario busca dejar fuera del camino a su hermano Adán, reciente ganador de las elecciones para gobernador de Barinas, donde sucederá al padre del presidente. En rigor, la publicación peca en forma reiterada por el carácter sensacionalista y el poco fundamento de sus columnas políticas, pero el incondicional apego de María Gabriela a su padre es un hecho reconocido dentro del propio movimiento revolucionario.
Con sólo 28 años, la joven siente lo que escribe y escribe lo que siente. Es la segunda hija del primer matrimonio de Chávez con Nancy Colmenares, de cuya unión nacieron también su hermana mayor, Rosa Virginia, y el benjamín de la familia, Hugo Rafael. Y como hermana del medio supo hacerse notar ante su padre convirtiéndose en su más fiel seguidora y defensora.
“María tiene mucho de mí, Fidel la llama ‘la heroína’”, describió el mandatario bolivariano en el libro 48 horas en la vida de Hugo Chávez, del escritor uruguayo Samuel Blixen. El 12 de abril de 2002, fue la primera en descubrir el complot que había trasladado a su padre al regimiento de la policía militar en Fuerte Tiuna bajo la apariencia de una renuncia.
Desde allí, Chávez consiguió un celular y le encargó la tarea de contactar a Fidel Castro y revelar el plan para asesinarlo: “Estoy preso, soy un presidente preso. Comunícale al mundo que no renuncié”, le confió su padre. Y pese a que María Gabriela estaba oculta junto a su hermana en una casa de playa en Río Chico, sin ningún tipo de contacto con el mundo exterior y bajo riesgo de ser descubiertas, se las ingenió para cumplir con su misión.
“Es una niña orgullosa de su papá. Ambas lo son, pero ella ha sido su defensora porque es, como le decía su papá, más ‘predispuesta’. Siempre fue muy cercana y se identifica con él de muchísimas maneras. Es una especie de continuación de él; creo que ella tiene el sueño interno de serlo”, comentó Marisabel Rodríguez, la segunda esposa de Chávez y su ex madrastra, en una reciente entrevista al diario El Nacional.
Puertas adentro del chavismo, nadie pone en duda sus dotes políticas. Y hasta reconocen que tanto tiempo junto al presidente la ha convertido en su alumna predilecta a la hora de acopiar sus lecciones sobre construcción de poder. Sin embargo, María Gabriela tiene un obstáculo a vencer: su condición de mujer, que sería un impedimento para ganar confianza entre los chavistas.
“Vienen a tratar de derrocarme”
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, apuntó contra los nuevos gobernadores y alcaldes opositores, electos en los pasados comicios regionales del 23 de noviembre, de quienes dijo que intentarán “derrocar” a su gobierno. “Vienen a tratar de derrocar mi gobierno”, aseguró Chávez durante la toma de posesión del nuevo gobernador de Vargas, su aliado Jorge García Carneiro.
“Se ha activado de nuevo el escenario de 2002. Preparémosnos generales, almirantes, soldados, pueblo, porque los barreremos. No les daremos cuartel”, agregó el mandatario, en referencia al golpe de Estado que lo alejó del poder durante tres días en abril de 2002.
En las elecciones del domingo pasado, los candidatos del Partido Socialista de Chávez lograron 17 gobernaciones, pero perdieron en cinco de las regiones más pobladas y de mayor actividad económica, así como en la capital, Caracas.
Estos comicios son la “partida de nacimiento” de la “tercera década de la revolución bolivariana”, dijo el mandatario, quien considera que su proyecto político tuvo su génesis en las protestas sociales que se desencadenaron en febrero de 1989, conocidas como el Caracazo.
“Desde hoy mismo comienza el nuevo período de diez años, la tercera década de esta revolución, la última del siglo XX y la primera del siglo XXI”, precisó. “En los próximos diez años debe venir la década de la consolidación de la revolución bolivariana en todo el territorio venezolano”, agregó el mandatario. Chávez llegó al poder en 1998, y debe abandonar el cargo en 2013.
1 comentarios:
no se le ocurre nada buenoeso faltab.
Publicar un comentario