El Ejército yemení ha desplegado carros de combate en Saná, especialmente en torno al palacio presidencial, tras registrarse dimisiones masivas en las fuerzas armadas y en el Gobierno, que se suman a las registradas en días pasados. Especialmente significativa ha sido la deserción del considerado 'número dos' de las fuerzas armadas, el general de división Mohamed Ali Mohsen.
Los tanques también han sido concentrados en los alrededores del Ministerio de Defensa y del banco central, en un despliegue impulsado después de que el general Ali Mohsen anunciara en un vídeo difundido por Al Yazira su apoyo "a la revolución del pueblo y sus peticiones", y su rechazo a la represión llevada a cabo por el presidente, Ali Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Se trata de la primera vez que un mando militar de esta importancia anuncia su deserción, y se produce sólo un día después de que el presidente yemení destituyera al Gobierno tras la renuncia de varios ministros en protesta por la violenta represión de las revueltas populares contra el régimen, que estallaron hace varias semanas en el país, y que se han cobrado la vida de decenas de personas.
Tras el anuncio, decenas de oficiales de todos los rangos, así como soldados, se han unido a la manifestación frente a la Universidad de Saná, donde han anunciado sus deserciones desde la tribuna.
También han anunciado este lunes su dimisión Ahmad Qaatabi, el gobernador de Adén, la segunda ciudad del país, y los embajadores de Yemen en Siria, Kuwait y Arabia Saudí, quienes anuncian su apoyo a los opositores.
Según las últimas noticias, otros cinco embajadores yemeníes en países europeos han enviado una carta al presidente Saleh para anunciarle su dimisión.
Además, el principal jefe tribal, Sadek al-Ahmar, ha mostrado el apoyo de su tribu (los Hached) a la revolución, y ha pedido al presidente que "evite un derramamiento de sangre y opte por una salida honorable". Sin embargo, el presidente Saleh no parece por la labor; este mismo lunes ha respondido a estas demandas afirmando: "La mayoría del pueblo me apoya".
Al borde de la guerra civil
Los tanques también han sido concentrados en los alrededores del Ministerio de Defensa y del banco central, en un despliegue impulsado después de que el general Ali Mohsen anunciara en un vídeo difundido por Al Yazira su apoyo "a la revolución del pueblo y sus peticiones", y su rechazo a la represión llevada a cabo por el presidente, Ali Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Se trata de la primera vez que un mando militar de esta importancia anuncia su deserción, y se produce sólo un día después de que el presidente yemení destituyera al Gobierno tras la renuncia de varios ministros en protesta por la violenta represión de las revueltas populares contra el régimen, que estallaron hace varias semanas en el país, y que se han cobrado la vida de decenas de personas.
Tras el anuncio, decenas de oficiales de todos los rangos, así como soldados, se han unido a la manifestación frente a la Universidad de Saná, donde han anunciado sus deserciones desde la tribuna.
También han anunciado este lunes su dimisión Ahmad Qaatabi, el gobernador de Adén, la segunda ciudad del país, y los embajadores de Yemen en Siria, Kuwait y Arabia Saudí, quienes anuncian su apoyo a los opositores.
Según las últimas noticias, otros cinco embajadores yemeníes en países europeos han enviado una carta al presidente Saleh para anunciarle su dimisión.
Además, el principal jefe tribal, Sadek al-Ahmar, ha mostrado el apoyo de su tribu (los Hached) a la revolución, y ha pedido al presidente que "evite un derramamiento de sangre y opte por una salida honorable". Sin embargo, el presidente Saleh no parece por la labor; este mismo lunes ha respondido a estas demandas afirmando: "La mayoría del pueblo me apoya".
Al borde de la guerra civil
Mohsen, que es además hermanastro de Saleh, explicó que "la opresión contra los manifestantes pacíficos reunidos en las plazas de las provincias del país ha causado una crisis, que ha aumentado día a día y que lleva al país al borde de una guerra civil".
Como consecuencia, según el general, muchos jóvenes, intelectuales, jeques, miembros de las dos cámaras del Parlamento, ministros y miembros de distintas tendencias políticas han presentado su dimisión para apoyar la revolución pacífica de los jóvenes.
"Anuncio de su parte (soldados y oficiales de las fuerzas armadas) nuestro apoyo pacífico a la revolución pacífica de los jóvenes y a sus peticiones", afirmó el dirigente militar. "Vamos a llevar a cabo nuestro papel de proteger la seguridad y la estabilidad en la capital y donde sea necesario junto a nuestros hermanos de las fuerzas armadas", añadió, Mohsen que, en ningún momento, anunció su renuncia.
En los últimos días, han dimitido los ministros de Turismo, de Asuntos Religiosos y de Derechos Humanos, así como otros 17 diputados y responsables gubernamentales y ayer el presidente destituyó al Gobierno.
La oposición yemení lleva semanas protagonizando protestas en Saná y en otras ciudades para pedir el final del régimen de Saleh, en el poder desde la unificación del país entre el norte y el sur, en 1990.
Coincidiendo con el rezo del mediodía de este lunes, unas 10.000 personas se han concentrado en la plaza de Saná, rebautizada como la plaza del Taguir (cambio, en árabe), en cuyos accesos se encuentran desplegados decenas de militares desde el domingo por la tarde.
Asimismo, vehículos militares se han posicionado junto a los principales edificios gubernamentales de la capital y la sede del partido gobernante, así como en distintas oficinas bancarias.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado el uso de la fuerza contra los opositores, y ha recordado que "el Gobierno tienen la obligación de proteger a los civiles".
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