WASHINGTON - Estados Unidos anunció el despliegue temporal de unos 1.400 soldados más en Afganistán, en un intento de preservar los frágiles avances en la seguridad, pero los niveles totales de tropas no superarán los límites previamente anunciados, dijo el jueves el Pentágono.
La decisión fue ordenada por el secretario de Defensa Robert Gates y llega meses antes de que el presidente Barack Obama inicie el retiro de las fuerzas estadounidenses de la impopular guerra con los talibanes en julio.
"Esto nos va a permitir mantener nuestro impulso", dijo el secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell. Los soldados serán deplegados principalmente en el sur de Afganistán, agregó, donde ocurren los enfrentamientos más violentos.
La violencia está en su peor momento en Afganistán, con un récord de víctimas en todos los bandos del conflicto y con la insurgencia extendiéndose desde los tradicionales bastiones del sur y este del país hacia áreas anteriormente pacíficas en el norte y oeste.
Una revisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el mes pasado reveló que las fuerzas estadounidenses y de la OTAN estaban haciendo progresos contra los talibanes y Al Qaeda pero que persistían desafíos serios.
El mandatario informó que el avance logrado por Al Qaeda había sido contenido en gran parte de Afganistán y revertido en algunas áreas del país.
La revisión también indicó que Estados Unidos estaba en camino de comenzar una retirada gradual de sus tropas, que ahora suman unos 97.000 soldados de una fuerza extranjera total de 150.000, a partir de julio del 2011.
Funcionarios de Defensa y de las fuerzas armadas enfatizaron que el nuevo envío de marines mantendrá al número de soldados dentro del límite autorizado de 101.000 fuerzas estadounidenses.
Bajo presión para mostrar resultados sostenibles en la primera mitad del 2011, el impulso temporario de soldados podría ayudar a contrarrestar cualquier "ofensiva de primavera" por parte de militantes talibanes que regresan de Pakistán después de los fríos meses de invierno, indicó el reporte.
Pero un refuerzo de los soldados de combate, aunque sea temporalmente, podría enfrentar la oposición de miembros del Partido Demócrata de Obama, cuya mayoría quiere empezar a ver que los soldados vuelven a casa.
"El despliegue es sólo temporal", dijo un funcionario de Defensa estadounidense, agregando que los marines que se dirigían a Afganistán estaban actualmente ubicados en el Golfo.
Aunque los enfrentamientos entre insurgentes y soldados extranjeros han tendido a intensificarse durante los meses más cálidos, los comandantes militantes en terreno ahora hablan menos en términos de combates "estacionales", en la medida en que ambas partes aumentaron sus ataques a lo largo del año.
El año pasado fue el más sangriento de la guerra, con un récord de 711 soldados extranjeros muertos en Afganistán, según la página web de monitoreo www.iCasualties.com. Cuarenta y un soldados murieron sólo en diciembre, más que en marzo y abril cuando las temperaturas son más elevadas.
Las fuerzas de seguridad afganas han sido más castigadas que los soldados extranjeros. Un total de 1.292 policías, 821 soldados y 5.225 insurgentes afganos murieron en el 2010, según el Gobierno afgano.
Pero los civiles afganos se han llevado la carga más pesada de la guerra. Naciones Unidas dijo que 2.412 civiles murieron y que 3.803 resultaron heridos entre enero y octubre del año pasado, un 20 por ciento más que en el 2009.
Reuters
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