Según el cristal por el cual se mire, la propuesta de la municipalización de la zona Oeste de Maracaibo ha tenido amigos y enemigos. Casi una década de discusión avala la creación del municipio número 22 del estado Zulia
Desde el 2001, en la esfera pública local se está hablando del tema. El proyecto que plantea hacer de las parroquias Ildefonso Vázquez, Venancio Pulgar, Antonio Borjas Romero, Caracciolo Parra Pérez, Raúl Leoni, Luis Hurtado Higuera, San Isidro y Francisco Eugenio Bustamante un municipio autónomo, lo que busca -según sus propulsores originales-, es garantizarle a esa zona de la ciudad los ingresos económicos y mejorar así el bienestar de los individuos que allí habitan.
La discusión ha tenido sus altibajos. Se ha extendido durante nueve años. La circunstancia política es la que ha marcado la pauta.
En un principio se divulgó que el proyecto respondía a una retaliación por parte del entonces gobernador Manuel Rosales hacia su ex compañero de partido, Gian Carlo Di Martino, quien desde la Alcaldía de Maracaibo promovía su reelección, pero desde el bando oficialista. Se suponía que con la creación de Maracaibo Oeste, al burgomaestre citadino se le escaparían de sus manos los recursos correspondientes a esa zona, que son bastantes.
Desde entonces, la idea se fue alimentando del apoyo de los adeptos a Rosales y de la crítica de los seguidores del presidente Hugo Chávez.
Agrupados en la Comisión de Descentralización, Límites y Fronteras del Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ), los parlamentarios regionales propusieron en 2002 dividir al municipio en dos.
"Maracaibo nació en el Este, pero su crecimiento urbano la fue llevando a ocupar más espacios en el Oeste. Hoy es más la población que vive allí que la que habita en el Este". Esa fue la iniciativa que secundó Fernando Villasmil como presidente del CLEZ en ese momento.
Al menos tres estudios socioeconómicos y una consulta popular convocada por la Cámara regional avalaron la iniciativa, que el 23 de mayo de 2003 se consolidó con la Ley de Creación de Maracaibo Oeste.
"No se trata de crear más burocracia. Se trata de atender con mayor eficacia a más de la mitad de la población de Maracaibo que vive en el Oeste y que no recibe la misma atención", sostiene Villasmil, quien fue de los primeros en ver que sus esfuerzos eran engavetados.
TSJ interpreta
Al instrumento aprobado en primera y segunda discusión por el parlamento regional sólo le faltó la firma de Manuel Rosales para ser promulgado. Un recurso de interpretación que interpuso el entonces "emeverrista" Henry Ramírez al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) lo dejó sin efecto.
"Solicitamos que se suspendiera la creación de municipios hasta tanto no se aprobara la Ley Orgánica del Poder Público Municipal", recordó el actual concejal de Maracaibo por el PSUV, al tiempo que sostuvo que su negativa al proyecto de municipalización de la ciudad se debía a las "intenciones del CLEZ". "En aquel momento las motivaciones no eran precisamente la atención de la gente. Se podían crear hasta cinco municipios, pero no de la forma como lo estaban planteando. Si quieren un municipio equilibrado, que no se divida por la Circunvalación 2, sino por la otra mitad, cuestión que quede con parroquias que puedan aportar a las parroquias pobres. Lo que querían era dividir la Maracaibo pobre de la Maracaibo rica".
Y la Ley del Poder Público Municipal se reformuló. No se prohibió de plano la creación de nuevas entidades, pero sí se ajustaron los requisitos para su fundación, a los que se le incluyó la autorización del Ejecutivo a través de un informe de viabilidad por parte del Ministerio de Planificación, y la realización de un referendo popular.
Orden desde Miraflores
"Desde que está Chávez en el poder no ha habido la voluntad política de permitir el desarrollo de los estados, de no permitir que los estados planifiquen su desarrollo político territorial de acuerdo con sus realidades. Es una medida típicamente centralista", señala Fernando Villasmil.
Con Marlene Antúnez a la cabeza del CLEZ, el proyecto volvió a desempolvarse. Discusiones fueron y vinieron. No menos de 20 debates se realizaron en el hemiciclo regional para avanzar hacia la división de Maracaibo. Como un "proyecto personal" tomó la diputada en ese momento la propuesta.
Era casi un hecho. El Consejo Nacional Electoral (CNE) llegó a anunciar fecha para la realización del plebiscito. Y luego del referendo presidencial de 2004, hasta los oficialistas se habían sumado a la idea, pues se dieron cuenta que el Oeste era su bastión dentro de la capital zuliana y podía lograr allí un alcalde a su favor.
Hubo, incluso, figuras que lanzaron sus precandidaturas: Henry Ramírez, por el chavismo; y Enrique Márquez, en la oposición, se autopostularon para dirigir el neonato municipio. Pero se interpusieron las elecciones regionales de 2008, y una mega campaña electoral que incluyó alcaldes, gobernadores y representantes legislativos volvió a llenar de polvo la propuesta.
En 2010 es el gobernador Pablo Pérez, en una entrevista con La Verdad, el que vuelve a asomar la iniciativa. La propuesta, según asegura, esta vez no tiene que ver con un proyecto político, pues resultados electorales recientes, dejaron a la oposición muy bien parada en esa zona.
Sin embargo, los detractores ya empiezan a salir. El concejal Ramírez, por ejemplo, cree que más que un municipio, el Oeste debe convertirse en una comuna: "Puede ser una ciudad comunal. Eso puede ser manejado por los consejos comunales, con una oficina técnica y una función de contraloría social. Podríamos llamarla la Ciudad Comunal del Oeste, o la Ciudad Comunal Ricardo Aguirre o Jesús Enrique Lossada". A su juicio, estas organizaciones populares son los que deberían administrar los recursos para cumplir con cloacas, acueductos, asfaltados y escuelas. "Evitaríamos gastar tantos millardos en burocracia", alega.
Pero el ex presidente del CLEZ, propone otra alternativa. Desengavetar la ley de 2003, que según lo explica, "establece restricciones al gasto burocrático. Se le da un límite al alcalde, que no más del 15 por ciento de los ingresos del municipio podrían destinarse a cubrir gastos de personal. Eso no lo tiene ninguna ley de creación de municipio. Maracaibo Oeste nacería con altos índices de eficiencia".
Diario La Verdad
Nailibeth Parra Carvajal
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