María Espina, coordinadora regional de la secretaría Justicia en la calle del partido Primero Justicia, informó que producto de la política de importación, la inflación se come el sueldo de los venezolanos
Caraotas de Nicaragua, pollo de Brasil, leche en polvo de Argentina y carne de Uruguay. Una serie de productos que hace varios años se producían en Venezuela, hoy se importan. María Espina coordinadora regional de la secretaría Justicia en la calle del partido Primero Justicia, aseguró que eso genera más gastos para el consumidor y un retraso en la producción de recursos y empleos en el país.
Espina se apostó en el mercado popular ubicado al lado del Liceo Rómulo Gallegos en el sector Cerros de Marín, parroquia Olegario Villalobos de Maracaibo, para hablar con la gente y constatar cómo la inflación cada vez está más elevada y los productos más escasos.
“La inflación es el impuesto más perverso que existe. Venezuela se ha convertido en un país con una economía de puerto. Muchos de los productos que estamos en capacidad de producir los estamos importando lo que hace que retrocedamos en materia económica. Lo vemos cuando no encontramos productos de la cesta básica en los mercados y cuando lo que encontramos vale algunos bolívares más cada quincena”.
Señaló que utilizando las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas el costo de la canasta básica supera el salario mínimo. “En enero la canasta empezó a costar mil 764 con 12 céntimos lo que supera ampliamente al salario mínimo vigente, ajustado en septiembre, que alcanza apenas mil 548 bolívares. Según el INE una familia de 5 miembros gasta en comida durante un mes más de un salario mínimo. La persona que cobra salario mínimo gana diario 50 bolívares y con eso no se pueden comparar 3 ó 4 productos”.
Denunció que el Gobierno insiste en su política equivocada de importar casi todo lo que se consume e intenta solventar la inflación con una Ley de Costos y Precios. “Como si la inflación fuera a desaparecer por decreto, bajan los precios de un producto por aquí y otro por allá. Los últimos productos regulados fueron el Agua Mineral y el desodorante personal y evidentemente eso no ha producido ninguna variación positiva en la inflación”.
Aseguró que en Primero Justicia están convencidos de que hay un camino mejor y por eso insisten en proponer la Ley de Impulso a la Producción Nacional con incentivos claros a los productores nacionales. “Si tenemos más cantidad y variedad de productos hechos en Venezuela no seguiremos importando, pero para eso necesitamos tener reglas claras que promuevan la competencia en la distribución y venta de los productos. Esa competencia impide que los precios sigan subiendo todos los días y puedan incluso bajar. Ese es el cambio que merecemos los venezolanos, ese es el camino que todos juntos lograremos en pocos meses con Henrique Capriles Radonski”.
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