En las cocinas, clósets, depósitos y
entre la comida. En cualquier lugar podría encontrar a uno de esos
enormes roedores, que son una de las plagas mundiales que han perdurado
en el tiempo, y Maracaibo no escapa a esa situación.
Los controles sanitarios previenen que
la cifra aumente, pero aún así diariamente se presentan de tres a cuatro
casos por mordedura de rata en donde se da atención al mordido, en la
oficina del Ambulatorio Urbano III Dr. Francisco Gómez Padrón, conocido
también como “La Sanidad”.
Así lo manifestó el epidemiólogo
Raimundo Villalobos, quien no descarta que esta relación de cantidad de
pacientes por mordedura se presente en otros ambulatorios y centros de
salud de la ciudad, que de ser confirmada, llegaría a un alrededor de
120 pacientes diarios.
En este caso, dijo Villalobos, se
considera la mordedura de la rata “leve o sin gravedad”, y que al
momento la herida debe ser lavada con agua y jabón, y acudir al centro
de salud más cercano, en donde el médico aplicará el tratamiento
antitetánico y toxoide.
Villalobos señaló, además, que las
mordeduras del roedor solo serían peligrosas y hasta fatales cuando éste
muerte tanto como para llegar a un órgano vital, y la persona muere
desangrada. El nivel de defensa o debilidad ante el roedor hace que los
niños y ancianos sean los más afectados.
“Lo que pasa que quienes cuidan a los
niños les dejan el olor a leche o comida, y la rata va hacia ellos”,
guiado por su sentido del olfato, dijo el epidemiólogo.
Daño indirecto
Por lo general las personas temen enfermarse por el contacto con la rata, pero no esta precisamente la que podría causar daño al hombre. El Coordinador Regional de Zoonosis, José Sánchez, destacó que es lo que esta produce.
En ese sentido, explicó que lo que
genera enfermedades es la orina, las heces y garrapatas del roedor. “Las
ratas son territoriales, y cuando comen orinan la comida”, esto para
que otro roedor no llegue a comer lo que esta ha dejado con su peculiar
marca.
Lo mismo ocurre con el agua que consumen las personas. Si se descuida, podría encontrar heces o un sabor extraño en ella.
Villalobos destacó que hay cuatro
enfermedades que producen los desperdicios de las ratas: Lectospirosis,
tifus, lichosis y rickettsiosis, las dos últimas por las garrapatas,
cuyas probabilidades de infectar a un humano son mínimas, pues abandonan
a la rata cuando muere, y por lo general no ocurre en zonas urbanas.
Latas de bebidas, peligro latente
Seguramente usted, que lee, se ha tomado alguna vez una bebida enlatada cuando está en la calle. Pues sepa que esta práctica común puede devengar en una de las enfermedades antes mencionada.
Sánchez recordó que uno de los hábitats
recurrente de las ratas son los depósitos, y que estas -que comen casi
cualquier cosa- rompen el plástico que recubre las latas y orinan sobre
ellas para avisar a sus compañeras roedoras que esta “comida” está
reservada.
El peligro, destacó, es que las personas
por lo general no limpian los enlatados, y en el caso particular de las
latas de refrescos y jugos, olvidan que parte de la lata va hacia
dentro cuando se abre.
“He allí la importancia de tomar con
pitillo, y no directamente”, enfatizó el epidemiólogo, quien destacó que
estas enfermedades causadas por la orina y excremento se podrían
confundir con una gripe.
Prevenir es clave
El hecho de que los síntomas de una lectospirosis –por ejemplo- sean similares a lo de una influenza hace que una persona contagiada no de importancia a la misma, por lo que es importante la prevención.
Villalobos destacó que altamente
relevante el aseo personal, así como de los espacios en que se
desarrollan las personas, a fin de no “invitar” a las ratas a vivir con
usted, pues recuerde que estas son “pandilleras”, por lo que seguramente
vendrán acompañadas.
Noticia al Día
Fotos: Stevens Novsak
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