Wael Ghonim, un directivo de Google que fue detenido por las fuerzas de seguridad y permaneció con los ojos vendados durante 12 días, se derrumbó durante una entrevista en televisión el lunes por la noche tras ser liberado, y pidió el final de un sistema que arresta a las personas por atreverse a hablar abiertamente.
"Las lágrimas de Ghonim han emocionado a millones de personas y cambiado la opinión de aquellos que apoyaban la permanencia (de Mubarak)", escribió la página web Masrawy.com dos horas después de que el joven apareciera en televisión. En ese corto periodo de tiempo, 70.000 personas se habían unido a páginas de Facebook en su apoyo.
Las turbulentas protestas han entrado en su tercera semana. Decenas de personas permanecen acampadas en la plaza Tahrir de El Cairo desde hace días como parte del movimiento que pide que Mubarak, un aliado de Occidente, deje el poder.
El martes, Ghonim les habló en otra manifestación masiva que congregó a más de 100.000 personas.
"Vosotros sois los héroes, yo no soy un héroe, vosotros sois los héroes", dijo a una multitud que le vitoreó.
"Mis condolencias a los padres y madres que han perdido hijos e hijas que murieron por su sueño. Estos son los héroes verdaderos que dieron sus vidas por el país", declaró posteriormente a Reuters. "Vi a jóvenes moribundos y ahora el presidente tiene la responsabilidad de ver lo que pide la gente", agregó, indicando que una de las peticiones es la marcha de Mubarak.
Varias personas entrevistadas por Reuters dijeron que acudieron a Tahrir el martes animados por las palabras de Ghonim.
DETENIDO EN LA CALLE
Wael Ghonim (centro) en la plaza de Tahrir. |
Ni la empresa estadounidense ni su familia supo dónde se encontraba, y temieron por su vida. Mientras estuvo detenido no se le contó lo que ocurría fuera y fue interrogado por lo que las autoridades creían que es la intervención de países extranjeros en la campaña en la red social y el movimiento de protesta.
Cuando la entrevistadora contó a Ghonim lo ocurrido con algunos de los 300 muertos en los disturbios mientras estuvo encarcelado, se echó a llorar.
"No hicimos nada malo. Hicimos lo que nos dictó nuestras conciencias", dijo en la entrevista, arrepentido por su papel en movilizar a la gente en Internet.
A los pocos minutos de que la entrevista acabara, miles de personas se habían unido a páginas nuevas en las redes sociales. "Autorizo a Wael Ghonim a hablar en nombre de los revolucionarios egipcios", la principal página de apoyo, tenía más de 120.000 "me gusta" en 12 horas.
"Conozco a unas 200 personas que apoyaban a Mubarak y que querían que la revolución acabara. Pero después de ver a Wael Ghonim y las mentiras de los medios egipcios, irán a Tahrir", escribió Mida Acura en una de las páginas de Facebook.
La televisión estatal habla de los manifestantes que han cerrado la plaza de Tahrir, un espacio fundamental del centro de la capital, como de unos radicales irresponsables que están destrozando la economía y que han sido manipulados por unos extranjeros sin identificar.
El Gobierno ha aumentado la presión para que dejen las protestas, diciendo que están impidiendo la recuperación económica de los daños causados por la revuelta. Algunos cairotas están molestos por las inconveniencias de las protestas. Simpatizantes de Mubarak atacaron a los manifestantes la semana pasada, causando 11 muertos y unos 1.000 heridos. Un oficial les pidió que dejaran la plaza "para salvar Egipto".
GHONIM, UN CATALIZADOR
"Wael Ghonim es el Buazizi de los egipcios", escribió el periodista Mohamed al Jarhi en referencia al tunecino Mohamed Buazizi, que ayudó a desatar el levantamiento en ese país al quemarse a lo bonzo en protesta por la pobreza y la corrupción.
Dentro de la actividad desbordada del martes en Internet, varios usuarios colgaron imágenes de muchos de los muertos, y muchas personas que habían estado dispuestas a dar una oportunidad al presidente de 82 años dijeron que querían que las protestas continuaran hasta que se vaya.
Los activistas dijeron que las lágrimas de Ghonim contrastaban con la falta de remordimientos que perciben en Mubarak, que no habló de las muertes en su discurso al país el año pasado.
"Algo grande está pasando. Nadie esperaba que hoy fuera tan enorme", dijo a Reuters Zainab Mohamed, un conocido bloguero que se hace llamar Zeinobia. "Cientos de jóvenes han muerto en todo el país y Mubarak no tuvo la cortesía de decir lo siento o de expresar sus condolencias a las familias. Las lágrimas de Wael fueron mucho más sinceras".
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