(EFE).- Un río de color café corre por lo que hasta esta madrugada era la calle de un barrio normal al oeste de San José, donde toneladas de lodo sepultaron las casas en cuestión de minutos y, aunque hasta ahora se han rescatado 20 cuerpos, se espera que el número aumente en las próximas horas.
En los alrededores de Calle Lajas, en San Antonio de Escazú, apenas a 10 kilómetros de la capital costarricense el panorama es desolador pero la actividad es frenética: policías, oficiales de la Cruz Roja y bomberos caminan de allá para acá tratando de ubicar víctimas, mientras los vecinos de la zona rescatan sus posesiones.
Las fuertes lluvias de la madrugada convirtieron un pequeño riachuelo en un caudaloso río de barro que se abrió camino por casi dos kilómetros desde la cima de la montaña, dejando a su paso únicamente un cañón de muerte y destrucción.
El barrio Lajas, una comunidad de clase media baja, y sus alrededores, trata de sobreponerse a la tragedia, aunque hasta ahora no se reportan sobrevivientes y nadie parece tener muchas esperanzas de encontrar alguno.
En la esquina de la escuela que ahora sirve como centro de mando para los cuerpos de socorro, Yajaira Hernández esperaba la confirmación de que cuatro de los 20 cuerpos rescatados hoy eran los de su familia: su madre y tres hermanos.
Hernández dijo a Efe que ha vivido toda su vida en la zona, y que jamás vio "nada parecido a esto".
"Me enteré de lo que había pasado hoy en la mañana por mi esposo.
Yo estaba alistando a mi chiquito para mandarlo a clases y en eso nos dijeron que el cerro se había caído. Me vine a buscar a mi familia pero parece que están todos muertos", expresó con lágrimas en sus ojos.
Gerardo Solís, otro vecino de la comunidad, explicó que en los márgenes del riachuelo había "varios ranchos donde vivían familias de pocos recursos", pero en un recorrido por la zona se puede comprobar que en el sitio no queda nada, solo media docena de casas de cemento con lodo casi hasta el techo.
Perros de rescate recorren el lugar del desastre en busca de personas o cuerpos, decenas de socorristas buscan en el lodo con palas y picos mientras oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tratan de asegurar el área y transportan los cadáveres en bolsas plásticas.
Hombres, mujeres, niños y hasta un bebé de siete meses han sido sacados del barro, pero de acuerdo con Róger Núñez, oficial de operaciones de la Cruz Roja, aun hay "toneladas de barro" encima de lo que solía ser una tranquilo barrio, por lo que las labores de rescate podrían tardar varios días.
"No sabemos cuánta gente había, no sabemos cuánto va a durar el rescate pero encontrar a esa gente es nuestra prioridad", manifestó.
En San Antonio de Escazú nadie se atreve a decir un número de desaparecidos, ni siquiera los vecinos, pues aseguran que las familias que habitaban en esos ranchos eran numerosas.
Mientras la extracción de víctimas continúa, las empinadas calles de la localidad se ven llenas de personas con cara de temor que cargan sobre sus cabezas, en bolsas y sacos lo poco que han logrado rescatar, sobre todo ropa.
Medio centenar de personas se mantienen en un albergue, pero muchas otras, vecinas de calles aledañas a Lajas, confiesan su temor a lo que pueda ocurrir en las próximas horas, porque según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) el temporal que afecta a Costa Rica continuará hasta el viernes.
"Acá no nos queda otra que salir corriendo si hay otro deslizamiento porque la vida es lo primero", expresó Carlos Carranza, cuya casa, aunque se ubica a un par de kilómetros del centro de la tragedia, también se encuentra llena de barro.
1 comentarios:
Una tragedia absuluta, es increible como un dia ves una persona y 4 despues observas como lo sacan del barro.
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