La realidad Wayúu fue la inspiración de
la cineasta zuliana Patricia Ortega para rodar una película hecha
completamente en su estado. Su familia Wayúu ha marcado su carrera como
directora. Desde que hizo Kataa ou-outa (Vivir-morir) conoció a las
victimas de la masacre de la Bahía de Portete, en la Alta Guajira.
En tal suceso, paramilitares colombianos
asesinaron mujeres, ancianos y niños de esa etnia aborigen. "Me
interesé e investigué mucho sobre el tema. Fueron cuatro años madurando
la historia, hasta que llegué a una versión final de guión de
largometraje", dice.
La ópera prima se titula El regreso
y está protagonizada por Daniela González como Shuliwala (10 años) y
Sofía Espinoza (12 años) como Bárbara, con la participación especial de
Laureano Olivarez como Juan, un líder paramilitar.
En el drama, tras la matanza, más de 320
indígenas huyen y se esconden en Maracaibo. Shuliwala es una de ellos y
está sola con la esperanza de que su madre y su abuela hayan podido
escapar al igual que ella.
No habla castellano, sólo su lengua
materna el "wayuunaiki". Como desplazada enfrenta situaciones de
violencia de la mano de indígenas y no indígenas, por lo que no confía
en nadie y comienza su reto de sobrevivir en el universo callejero.
Cuando Shuliwala llega a la ciudad se encuentra con Bárbara, a través de
Compinche, un perro.
"El animal une a las niñas, por eso es
un nexo importante en la historia. Sin embargo, fue difícil porque esto
no es industria, sino experimento".
La trama es ficción, mas su parecido con
la realidad raya un poco en lo documental. "Tiene esa mezcla porque me
gusta trabajar con la gente de la comunidad e incorporarla. Eso aporta
muchísimo a la ficción, la hace más creíble".
La directora de la cinta cuenta que
rodaron cinco semanas en La Guajira y cuatro en la ciudad de Maracaibo.
"El rodaje fue un proceso guerrillero, teníamos que adaptarnos al lugar.
La idea era aprovechar los espacios reales y beneficiarnos de la
riqueza de las personas que estaban en las locaciones".
Todo el drama fue desarrollado con no
actores, a excepción de Laureano Olivarez. En la preproducción, los
indígenas y la comunidad estuvieron en una fase de entrenamiento.
"El regreso" pretende romper con la sequía
cinematográfica existente desde hace veinte años. Joligud de Augusto
Pradelli fue el último director en estrenar una película, hecha en
Zulia, en las salas de cine.
El proyecto fue aprobado por el Centro
Nacional Autónomo de Cinematografía, pero también habían tocado la
puerta en la Villa del Cine y recibieron una respuesta positiva,
cuestión que convirtió al ente estatal en coproductores de la cinta. Su
responsabilidad son todos los procesos de laboratorio finales (montaje
de sonido, transferencia a 35 milímetros, etc).
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