Infraestructura grande, sólida, segura. Máquinas que transportan desechos por medio de rieles, cintas rodantes. Movimiento, mucho movimiento. Personal adiestrado, con botas, trajes, guantes, lentes y mascarillas. Que se sitúen al principio y final del aparato. Más movimiento.
Escarban la basura, separan materia orgánica, vidrio, cartón, papel, metal y plástico. La máquina tritura aquellos muy grandes, los pulveriza. Lo sanean y depositan en contenedores de colores, uno para cada material. Ya luego sólo resta manufacturarlos con empresas interesadas.
Ahora bien, este es el deber ser, "y en Maracaibo no se cumple". El proceso de recolección de basura termina en la disposición final en un fosa común en La Ciénaga, municipio Jesús Enrique Lossada. No hay automatización, clasificación de basura ni mucho menos cultura de reciclaje en la población.
Para Mirixa Boves, profesora de la Universidad del Zulia y coordinadora del proyecto Reciclaje y Valores Humanos, resume lo anterior así: "El proceso no está tecnificado, lo cual dificulta que en la ciudad se implemente la reutilización de la basura. Entre 80 y 90 por ciento puede rehusarse".
Realidad marabina
Tienen el estudio de impacto ambiental, los planos de un bosque ecológico y la aprobación de la Alcaldía desde 2010. Sólo les resta tramitar los permisos del Ministerio de Ambiente. Ellos evalúan el escenario, y cada día solicitan un documento adicional que al Instituto Municipal de Aseo Urbano (Imau) le cuesta conseguir para levantar un relleno sanitario automatizado.
En eso pasan días y meses, en buscar papeles, hacer estudios y esperar. Mientras, los camiones que cargan los desechos de Maracaibo deben cruzar los dedos para que en las nuevas instalaciones del vertedero La Ciénaga les permitan vaciar los contenedores.
Lo que ocurre es lo siguiente, según Hypatía Gallardo, gerente de Planificación del Imau: "Este espacio se construyó a través de un convenio con el ministerio, el municipio Jesús Enrique Lossada, San Francisco y Maracaibo. Después del cambio de gestión, en 2008, no entregaron las fosas a nuestra ciudad. Desde hace cuatro meses vertemos ahí, pero con las limitaciones que imponen quienes lo administran".
La cartera ambiental entregó el vertedero a la cooperativa Socialista del Sur y esta se lo cedió a San Francisco. Desde entonces, todos los proyectos de clasificación y reciclaje se hacen desde los colegios y hogares, porque en Maracaibo está "lejos" del primer escenario expuesto al inicio del texto.
Fuente: La Verdad
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