El ministro de Asuntos Exteriores islandés, Oessur Skarphedinsson ha calificado de inaceptable que las autoridades de EE.UU. exijan información sobre el contenido privado de la cuenta en twitter de la diputada Birgitta Jonsdottir.
De acuerdo con los documentos que he visto, una parlamentaria islandesa está siendo investigada en una causa penal en los Estados Unidos sin ninguna razón en absoluto. Es intolerable que un representante del pueblo de Islandia sea tratado así por otro país.Por su parte el ministro del Interior, Oegmundur Jonasson, ha sido todavía más contundente. Por un lado ha calificado de peculiar y muy grave la solicitud para investigar a una de sus diputadas, por el otro ha expresado su total apoyo a las acciones de WikiLeaks.
El pasado 14 de diciembre un tribunal de Virginia envió una orden judicial a la red social Twitter pidiéndole información en el marco de una investigación criminal en curso. Las informaciones solicitadas conciernen las cuentas Twitter de Julian Assange, Bradley Manning, Jacob Appelbaum, Rop Gongrijp y la propia Birgitta Jonsdottir.
Twitter fue autorizado el 5 de enero por el tribunal a hacer público la orden. El día 7 informó a la diputada islandesa haciéndole saber que si en un plazo de diez días la interesada no les notificaba la apertura de un procedimiento judicial de impugnación a la demanda de Estados Unidos, tendría que entregar las informaciones solicitadas.
El partido de la diputada islandesa investigada ha hecho un comunicado en el que recuerda que WikiLeaks ha destapado información que muestra gráficamente cómo las tropas de EE.UU. han matado a civiles inocentes. Estos ataques eran manifiestamente inútiles y se han producido en diversas ocasiones contra niños.
Además, Birgitta Jonsdottir, que ha recibido miles de mensaje de apoyo y solidaridad, ha exigido al parlamento de Islandia una respuesta clara sobre si puede seguir siendo miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento y si es seguro que viaje al extranjero para lo que solicita amparo.
No sé si puedo ir a los EE.UU. sin correr el riesgo de que mi teléfono o equipo será confiscado. Lo que si puedo decir es que las autoridades estadounidenses están desesperadas.
Esta inaudita y zafia persecución de una diputada de una democracia avanzada refleja con toda su intensidad el temor del Sistema a lo que representa Birgitta Jonsdottir, más allá de WikiLeaks. En cuatro palabras Icelandic Modern Media Initiative. En una: libertad.
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