The King’s Speech promete nominaciones como mínimo al Globo de Oro y como mejor actor para Colin Firth. El actor, que el año pasado se llevó una nominación por su papel como gay en A Single Man, es ahora el rey Jorge VI de Inglaterra. Ya con ocho nominaciones a los premios británicos independientes se ha convertido en una de las mejores cintas del año al retratar la dificultad del soberano para pronunciar discursos frente al público y cómo un terapista lo ayuda a superar su problema en momentos de crisis. A la vez una gran comedia y un gran drama, reúne dos géneros que parecen opuestos en una cinta aclamada y bien investigada, y ante todo inteligente. De lo mejor del cine británico en 2010.
Otra película de humor que ha movido a los críticos es la comedia independiente The Kids are All Right, sobre una pareja de niños concebidos artificialmente que logran que su padre biológico se compenetre con sus familias modernas. Annette Bening y Julianne Moore se lucen en esta película disfuncional.
Y también se roba los aplausos la cinta Another Year, del británico Mike Leigh, sobre una pareja felizmente casada que en sus años otoñales sigue tan campante mientras todos sus amigos en cambio padecen vidas miserables. Leigh, otro ganador de premios, le apuesta de nuevo a la felicidad después de Happy-Go-Lucky en contraposición a la oscuridad reinante, y logra convencer con personajes sólidos y convincentes para quien la vida no es un agujero sin salida sino una luz que ilumina a otros.
Clint Eastwood, con sus historias contundentes, redondas y sin aspavientos, y con la actuación de Matt Damon, ofrece una de las mejores películas del año. Lo logra una vez más con Hereafter, como si el hecho de hacer gran cine fuera parte de su cotidianidad. A través de tres vidas, el director que ha puesto a prueba el escepticismo de un público estadounidense que no se acostumbra a verlo con su cara de leña rajada capaz de hacer trizas el corazón de los más duros con cintas sobrias y sin efectos especiales, narra una historia que no tiene tanto que ver con la vida después de la muerte como sí con la vida misma. La suya es una cinta emocional, poderosa, que explora las pérdidas y las experiencias cercanas a la muerte de una forma sólida y natural.
Otros que repiten una gran cinta son los hermanos Ethan y Joel Coen. Y también Matt Damon, quien junto con el más reciente ganador del Óscar Jeff Bridges protagonizan un filme que retoma el argumento de la clásica historia de 1969 con John Wayne, True Grit, en la que una joven de 14 años contrata al más duro mariscal para perseguir al asesino de su padre. Los Coen ya ganaron Óscar por su cinta No es país para viejos (No Country for Old Man) y por Fargo, así que probablemente estarán en la lista de premios de la Academia con una cinta que seguramente tendrá su tono de cine negro, sus grandes diálogos, un guión sobrio adaptado y una violencia medida que mostrará las pasiones humanas.
Pero hay más, y de todo tipo de filmes. Como una que conmueve desde sus mismos avances: Rabbit Hole. Protagonizada por una bellísima y dolida Nicole Kidman, en compañía de Aaron Eckhart, esta cinta del neófito John Cameron Mitchel explora la forma en que un matrimonio sufre la pérdida de su hijo de cuatro años a través de una devastadora cámara que revela la intimidad de un hogar que se desmorona.
Biutiful, de Alejandro González Iñárritu, suena con fuerza. Se estrenará a finales de año y promete ser un golpe de opinión. Aunque en Cannes no ganó, la historia de un criminal (Javier Bardem) en caída libre hacia su desgracia total, quien encuentra en un policía de su infancia una especie de oscura redención, debería consolidar más aún el nombre de este artista mexicano y sus historias fragmentadas. La colombiana Martina García participa en la producción.
Sofia Coppola, por su parte, luego del éxito que tuvo con Perdidos en Tokio, vuelve con Somewhere, una mirada íntima a un personaje, en este caso un actor de Hollywood que es obligado a examinar su vida luego de conocer a su hija de 11 años. Se vaticina que sonará con fuerza nuevamente. Otro que vuelve con todo es el multipremiado guionista y director Paul Haggis, ganador de dos premios Óscar.
The Next Three Days, con Russell Crowe, pareciera ser una cinta de persecuciones sobre un hombre que busca liberar a su esposa de prisión, pero con Haggis nada es tan sencillo y siempre es más profundo y oscuro.
De ese misma tinte vuelve este año Darren Aronofsky (The wrestler) con Cisne negro, un filme protagonizado por la inquietante y camaleónica Natalie Portman, favorita a actriz del año, acerca de una bailarina de ballet veterana y su rival, en una cinta tensa y de emociones fuertes que revela el odio y la codicia que puede surgir en medio de la aparente belleza de la danza. Una cinta tan hermosa como una pesadilla bien construida.
Si alcanza a estrenarse, The Way Back puede ser una de las grandes sorpresas de los Óscar. Dirigida por el seis veces nominado Peter Weir (Sociedad de los poetas muertos, The Truman Show) cuenta la historia real de los soldados que escaparon de un gulag en Siberia en 1940 y cruzaron Asia hasta llegar a India.
La cinta The Fighter, por su lado, también dará qué hablar. Dirigida por David Russell y protagonizada por Mark Wahlberg y Christian Bale, se perfila como uno de los mejores filmes del año, así como 127 horas, dirigida por el ganador del Óscar Danny Boyle (Slumdog Millionaire) sobre las horas que pasa un hombre atrapado en un cañón y las medidas extremas que toma para sobrevivir.
Ya más familiares, continúa el resurgimiento de Disney gracias a la frescura que el equipo creativo de Pixar le ha dado. Esta vez trae Enredados, en la que el gigante de los animados vuelve a confirmar que está por encima de sus rivales al convertir la historia de Rapunzel en una fábula sobre el cabello y a las princesas de los cuentos de hadas en guerreras y divertidas mujeres. Otras que deberían llegar –distribuidoras mediante– son Winter´s Bone, ganadora del premio a mejor guión y del gran premio del jurado en Sundance, sobre una joven de 17 años que busca a su padre, y Blue Valentine, una celebrada cinta sobre una pareja y sus altibajos en el amor.
A la hora de los premios seguramente se quedarán sin ganar los más grandes la cinta El origen (Inception), votada por más de 250 mil fanáticos como la quinta mejor película de la historia del cine, y algunas joyas del estilo de Enterrado, un monólogo con un solo actor atrapado en un ataúd que paraliza el corazón con su capacidad de provocar el horror sin mostrar nada más que la angustia de un hombre solo. Y tampoco la mencionada La red social, una película bien realizada pero que quizás no tiene el temple para llevarse el premio más grande.
Por: kikepatiño
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