La ex candidata a la Vicepresidencia de Estados Unidos Sarah Palin rechazó este miércoles cualquier responsabilidad en la matanza de Tucson (Arizona) y acusó a «periodistas y expertos» de «fabricar una calumnia de la sangre que sirve sólo para incitar al odio y la violencia que pretenden condenar».
La acusación de perpetrar un «blood libel» (calumnia de la sangre) data de la Edad Media y tiene dolorosas connotaciones para los judíos (la Difamación de la Sangre es la creencia de que los judíos asesinan no judíos (especialmente niños cristianos) a fin de utilizar su sangre en la Pascua Judía y en otros ritos religiosos; los rabinos más importantes eran detenidos y torturados hasta que confesaban haber sido los responsables, y el resultado era la expulsión de toda la comunidad).
En su primera reacción tras el tiroteo en el que un joven mató a seis personas e hirió a varias, entre éstas últimas la congresista demócrata Gabrielle Giffords.
Días de reflexión
La cara más visible del movimiento conservador Tea Party hizo estas declaraciones en un vídeo de casi ocho minutos que colgó en su perfil de Facebook, después de pasar «los últimos días reflexionando sobre lo que ocurrió».
La pasada primavera, Palin señaló al distrito de Arizona de Giffords como uno de los veinte por reconquistar. La política conservadora fue duramente criticada por marcar cada uno de esosdistritos con un blanco o punto de mira.
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